La sociedad en la que vivimos nos lleva muy a prisa. Las preocupaciones por el trabajo, el dinero, mantener el empleo para cubrir las necesidades básicas del hogar, a muchos padres les impide dedicarles momentos de su tiempo, a sus hijos.
Los niños tiene necesidades afectivas y educativas que deben ser solventadas con afecto, dedicación, comunicación y atenciones. Nosotros como padres estamos en el deber y la obligación de darle a nuestros hijos lo mejor que podamos, siempre y cuando este a nuestro alcance, pero no podemos descuidar las necesidades propias que tiene cada uno de ellos por trabajar más.
"No por tanto madrugar, amanece más temprano". Todo tiene su tiempo en esta vida. Si deseamos trazar un proyecto de vida para con él o ella, debemos planificar bien nuestro tiempo. Debemos darnos la posibilidad de conocer a nuestros hijos, saber cuáles son sus inquietudes, necesidades, aptitudes, hábitos, valores y sus potencialidades. Trabajar de conjunto con ellos, asesorarlos, guiarlos, instruirlos y en todo momento educarlos.
No justifiquemos lo injustificable. Nuestras conversaciones no pueden ser "Lo siento, estaba trabajando". Nuestra conversaciones deben ser: "Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites. ¡¡¡Comencemos!!!"
Comments